Todos quisiéramos un amor
a lo Disney. Un príncipe que llegue y te encuentre en el bosque mientras
bailas, una princesa que se enamore de ti cuando eres un pobre diablo que no
tiene nada. Que llegue en una carroza y te recoja en tu casa. Que te dé el
mundo, que te regale esta vida y la otra. Que te de todo lo que quieres.
Pero la vida no es así,
la vida real no es una película de Disney. Hasta ahora ha sido mucho mejor. Ha
sido mi propia película, el cuento que escribo diariamente y vivo con pasión. No
tengo un amor de príncipes y princesas, ni tampoco una historia de de cuento de hadas; pero
tengo amor real y una vida llena de experiencias cruelmente perfectas. Solo vivo.
Que nadie escriba el
cuento por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario