sábado, 23 de noviembre de 2013

Cosas que he hecho 1

Todos hemos hecho cosas que después pensamos, PORQUE!!!!!. Esto que escribí es una forma de desahogar mi alma de esas cosas que me persiguen diciéndome “tonto mira lo que hiciste y ya no las puedes cambiar”, esa voz es peor que mil espinas. Pero no significa que me arrepienta, lo que hago siempre es porque me nace y siento que es lo correcto. Cero arrepentimientos, solo necesito contarlas.


Las enumerare así:

Amor.

Estas son varias cosas que ahora veo y no entiendo que me pasaba. Soy demasiado cursi, yo siento que mi vida romantica es una película de Hollywood y la vida real obviamente no es asi.

Hace mucho era novio de una niña, y yo soy de esos que se entrega mil por ciento; era la época de los Nokia 1100 (todos tuvimos un indestructible 1100) y la única forma de comunicarse sin gastar minutos eran los mensajes. Mensajeabamos todo el día a toda hora. Un fin de semana estábamos en la casa de una amiga de mi mamá, quedaba a las afueras de la ciudad, no había señal. SIN SEÑAL = NO MENSAJES. Estaba desesperado y salí a la puerta de la casa y me llegaron 3 mensajes, intente responder pero no funciono. Camine mas y mas, hasta que la señal se hizo un poco más fuerte y pude hablar un rato. Hasta que se fue otra vez y con decir que pedí permiso a la dueña de la casa para sacar una silla al patio delantero y pararme en ella para poder recibir señal; imagínense a un gordito de metro y medio de altura con un Nokia 1100 con las manos arriba en el aire intentando mensajear.

Unos años después, entre a un nuevo colegio. Y pues seguía siendo gordito, LITERAL. Pero una niña del curso se hizo mi amiga muy cercana, pero yo solo la veía como eso, una amiga.
Un día caminando en el recreo para comprar la merienda, me tomo del brazo y me miro a los ojos. Tenía unos ojos saltones y muy grandes, y mirándome fijamente me dijo “Guillermo, me gustas mucho”, cualquier persona normal habría dicho algo lindo, algo generoso sin partir un corazón con ojos saltones en mil pedazos. Pero yo no soy cualquier persona obviamente, mi respuesta fue la peor que alguien puede dar, pero la PEOR. Le dije “y… que quieres que haga?” y seguí caminando como si nada. No puedo creer como esa mujer ahora, me sigue hablando. Gracias. Por no odiarme.

Pasaron algunos años, y no entiendo como seguía teniendo novias. Recuerdo que estaba en una obra musical y acababa de cumplir 18, y con la cedula llego la licencia de conducción. Me gustaba una niña del musical, era alta y extrovertida, bonita y tenía una voz como de ángeles. Le dije que me gustaba por un mensaje, si por un mensaje! Pero eso fue romántico para los dos ingenuos.
La primera de las bobadas que hice por la niña fue una día que iba en camino a visitarla, una camioneta me cerro en la carretera y yo corrí el carro hacia la derecha y de repente se escucho algo como mil truenos cayendo y el cinturón de seguridad me halo hacia atrás tan fuerte que no tengo claro como aun tengo cuello. El carro se había subido en el andén. Recuerdo que levante la cabeza para ver que había pasado y yo estaba bien, y al ver hacia atrás vi a un señor con cara de terror que está casi trotando lejos del carro, horrible.
En conclusión la tijera de las llantas (o algo así, nunca entendí) se había roto por la subida en el andén.

La segunda bobada gigante fue con el celular del mensaje, tenia esta vez un Blackberry, evolucione. La novia estaba en Bogotá grabando una canción para su sencillo y pues yo la llamaba todos los días. Un día la llame y hablamos de todo, yo recuerdo haber estado en muchas posiciones, yo soy de esas personas que jamás se queda quieto hablando por teléfono; estuve acostado en la cama, de pie, asomado por la ventanita de mi cuarto, en el balcón, en la sala, el comedor, tirado en el sofá y muchas otras extrañas posiciones que no se explicar aquí. Hasta que de la nada se corto la llamada, pues pensé que había sido la mala conexión. No, se me habían acabado los minutos, no le di importancia. Unos días después recibí una llamada de mi papá diciéndome que había llegado la cuenta el celular con un extra monto. Me había pasado casi 200mil pesos en minutos hablando con la chica. Obviamente mi papá estaba histérico (con toda razón) y creo que desde ese día no volví a gastarme los minutos de mi plan por completo, tengo miedo desde entonces.


Continuara..

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